
Neuroeducación en el aula
Es hora de aplicar en el aula las evidencias científicas que ya existen sobre el aprendizaje.
Cuando organizamos los aprendizajes de tal modo que conecten con la curiosidad espontánea de los alumnos, estamos activando los circuitos de recompensa de sus cerebros. Éstos segregan dopamina y, por tanto, aprender se convierte en un placer.