
Ser capaces de focalizar la atención
«Ser capaces de focalizar la atención se ha convertido en algo muy difícil, pero a la vez muy necesario. Con frecuencia demandamos a los niños que se concentren en una actividad, mientras permitimos que sean bombardeados por multitud de distractores»
Charo Rueda, profesora de Neurociencia Cognitiva de la Universidad de Granada

Los Cuatro Pilares del Aprendizaje
Comprendiendo mejor qué es lo que hace nuestro cerebro para aprender, podemos aprender a aprender.
1. ATENCIÓN: De todos los estímulos que nos llegan, aquel al que prestemos atención se verá amplificado. Y por ello dirigido y orientado hacia su asimilación.
2. COMPROMISO ACTIVO: El aprendizaje no sucede cuando tenemos una actitud pasiva, sino cuando está dirigido por la intención.
3. CORRECCIÓN DEL ERROR: el que aprende necesita una respuesta que le informe de si lo asimilado es correcto o incorrecto. Es crucial recibir una señal de error para poder corregir en caso necesario.
4. CONSOLIDACIÓN: el aprendizaje no sucede de manera inmediata, sino que es un proceso que el cerebro necesita consolidar. En este proceso de consolidación es crucial el sueño. Cualquier cosa que aprendemos se consolida mientras dormimos. Por la noche, el cerebro repite decenas e incluso cientos de veces lo que hemos aprendido durante el día.
Stanislas Dehaene, neurocientífico cogntivo y profesor del Collège de France

Ser buen estudiante no sólo depende de las capacidades del alumno y de su esfuerzo
Tener éxito como estudiante no sólo depende de las capacidades del alumno y de su esfuerzo. También depende de la estrategia que emplea para estudiar.
¿Lo que hace es eficaz para ayudarle a aprender? ¿Está haciendo aquello que su cerebro necesita para aprender?
Si nadie le enseña a estudiar, corre el riesgo de usar sus capacidades y esfuerzo de manera ineficaz e improductiva.
Héctor Ruiz Martín, neurobiólogo y director de la International Science Teaching Foundation

El cuerpo ya sabe lo que la mente aún no se ha dado cuenta
«El cuerpo ya sabe lo que la mente aún no se ha dado cuenta».
Antes de que el cerebro sea consciente de nuestras emociones, el cuerpo ya nos envía señales. Así que, tener consciencia corporal es el primer paso para ser capaces de identificarlas y gestionarlas.
Nazareth Castellanos, licenciada en Física teórica y doctora en Neurociencia por la Universidad Autónoma de Madrid (UAM).

Aprender es más sencillo con Pensamiento Visual
En el Taller de Técnicas de Estudio l@s alumn@s aprenden a estructurar las ideas en un formato lo más visual posible, usando lo que se conoce como Visual Thinking. Le damos una vuelta al modelo tradicional de mapa mental para construir estructuras visuales personalizadas, con el mínimo texto posible y donde el color y las imágenes toman protagonismo. El Visual Thinking o Pensamiento Visual ayuda a tener una comprensión global de las ideas, que «a golpe de vista» se conectan entre sí. Con este formato resulta más sencillo aprenderlas y, sobre todo, recordarlas durante el examen.








TALLER de INTELIGENCIA EMOCIONAL
No importa cuánto sepas de Geografía o de Matemáticas. La manera en la que lidiamos con nuestro mundo interior hace que podamos o no podamos cumplir nuestros objetivos. Y sin embargo, no hay casi nada en la escuela y la educación que ayude a los niños a desarrollar esta habilidad tan importante

Taller de TÉCNICAS de ESTUDIO
ESTUDIAR NO ES TAN DIFÍCIL SI SABES CÓMO…
Familias y profesores exigimos que los alumnos estudien, pero pocas veces les enseñamos cómo hacerlo. Estudiar no siempre depende de la motivación y del esfuerzo, a menudo es un trabajo que requiere saber organizarse, planificarse y, sobre todo, entender cómo aprende nuestro cerebro, para poder así emplear las técnicas más apropiadas y eficaces.
El objetivo de este taller es ofrecer a los alumnos las herramientas necesarias para poder tener éxito como estudiantes.
METODOLOGÍA:
- Se aprende mejor aquello que se practica.
El taller tiene un alto componente práctico. No será una charla del formador.
- Se aprende mejor aquello que se comparte con l@s compañer@s.
Además, l@s alumn@s compartirán con el grupo cuáles son las estrategias que a ellos les funcionan. De este modo, aprenderemos tod@s de tod@s.
- Se aprende mejor si lo nuevo lo conecto con lo que ya sé.
Partiremos también de las propias experiencias personales y vitales que l@s alumn@s tengan en esto del manejo de las emociones. Para que se cuestionen si son adecuadas o no. Así, el aprendizaje será significativo.
Para más información sobre el Taller puedes escribir a info@creceraprendiendo.com

¿Qué necesita el cerebro de tu hij@?
Los «nutrientes mentales» que el cerebro necesita para funcionar de la mejor manera.

“Al igual que con los nutrientes esenciales de nuestra alimentación, estas siete actividades diarias aportan todos los «nutrientes mentales» que un cerebro necesita para funcionar de la mejor manera. Estas actividades mentales esenciales fortalecen las conexiones internas del cerebro y sus redes con otras personas y el mundo que le rodea.
Dándole a tu hij@ oportunidades todos los días para cada una de estas porciones, promueves la integración en su vida y permites que su cerebro esté equilibrado.”
El Cerebro Afirmativo Del Niño. Siegel, D. y Payne Bryson, T.

¿Por qué a tu hij@ le cuesta tanto concentrarse?
Lo que ha cambiado hoy en día es que las últimas tecnologías son más eficaces en robarnos la atención que las tecnologías del pasado. Ahora el teléfono móvil, la tablet o el ordenador nos buscan y bombardean constantemente con cosas estimulantes: “tengo algo super interesarte para ti”, nos dicen. Para nuestro cerebro, eso es pura azúcar, y el riesgo es que nuestro cerebro se acostumbre a buscar constantemente esos “terrones de azúcar”.
Esto supone un reto. Tenemos que aprender estrategias para gestionar mejor nuestra atención, porque las posibilidades de distraernos con las pantallas son ahora enormes.

¿Por qué el cerebro aprende más rápido si está en conexión con el movimiento físico?
https://www.educaciontrespuntocero.com/noticias/neurociencia-movimiento-cerebro/

La conexión entre cerebro y movimiento está avalada por diferentes investigaciones y estudios. Los niños pueden aprender matemáticas con mayor facilidad si se conecta esta asignatura con ejercicios de Educación Física; igualmente, serán capaces de mantener la concentración durante más tiempo y absorberán todos los conocimientos de forma más liviana si se opta por pequeños descansos en movimiento después de un periodo considerable de actividad sedentaria. Es lo que se conoce como descansos activos. Aunque todo esto está demostrado, ¿cuál es la razón que hace que el cerebro aprenda más rápido si está en conexión con el movimiento físico?
Son muchas las investigaciones y publicaciones que declaran la innegable relación entre actividad física y la mejora del rendimiento escolar y/o cognitivo, pero ¿qué hay detrás de esta causa-efecto? Pues bien, la línea que une estos dos elementos nos la viene a dibujar la Neurociencia.
Gracias a los avances realizados en neurociencia, conocemos un fenómeno cerebral denominado neuroplasticidad, una propiedad del sistema nervioso que le permite adaptarse continuamente a diferentes experiencias.
Las experiencias modifican el cerebro
Las experiencias modifican nuestro cerebro continuamente creando, fortaleciendo o debilitando las sinapsis que conectan las neuronas. A este proceso se lo define en algunas publicaciones como aprendizaje neuronal (o aprendizaje hebbiano). Del cual se puede desprender que cada nuevo circuito neuronal creado/modificado en el todo cerebral equivaldría (mentalmente) a un aprendizaje significativo (Ausubel, 1960, 1963).
«Las experiencias modifican nuestro cerebro continuamente creando, fortaleciendo o debilitando las sinapsis que conectan las neuronas»
Ledoux, neurocientífico estadounidense, indica que a nivel filogenético se distinguen tres partes en el cerebro: la corteza cerebral, el sistema límbico y el cerebro reptiliano. En el sistema límbico, que es la red de neuronas que facilita la comunicación entre el hipotálamo (implicado en conductas básicas de supervivencia), la corteza cerebral y las demás partes del encéfalo, es donde residen las funciones esenciales de la emoción. Según este autor, el sistema emocional puede actuar independientemente del neocórtex.

Los dos protagonistas de este sistema límbico son el hipocampo, que registra los hechos puros (podríamos identificarlo como el almacén de la memoria y por lo tanto, de muchos aprendizajes) y la amígdala, encargada de registrar un estado emocional ante esos hechos/experiencias. La amígdala produce la respuesta emocional, pero esta reacción es impulsiva y es otra parte del cerebro la que se encarga de elaborar una respuesta más adecuada.
El regulador cerebral que recibe y controla los impulsos de la amígdala parece encontrarse en el extremo de una vía nerviosa que va al neocórtex, en el lóbulo prefrontal. Este lóbulo prefrontal constituye una especie de modulador de las respuestas proporcionadas por la amígdala y otras regiones del sistema límbico, permitiendo la emisión de una respuesta más analítica y razonada.
Las conexiones existentes entre la amígdala y el neocórtex constituyen el centro de gestión entre los pensamientos y los sentimientos. Esta es la razón principal por la que la emoción (positiva) es fundamental para pensar eficazmente, tomar decisiones inteligentes y permitirnos pensar con claridad. La corteza prefrontal es la región cerebral que se encarga de la memoria de trabajo y de elaborar respuestas, ponderando el caudal de información proveniente de distintas zonas cerebrales.
Dopamina, una gran aliada del correcto aprendizaje
La amígdala secreta dopamina, este neurotransmisor cerebral se relaciona con las funciones motrices, las emociones y los sentimientos de placer. La relevancia educativa de este neurotransmisor es capital, porque interviene en procesos de gratificación y motivación (como precursor del placer/alegría), que son fundamentales en el aprendizaje. Controla los sistemas encargados de activar los centros responsables de la actividad motora, así como los de regular ciertas secreciones hormonales, de mandar información a células del mesoencéfalo que conectan con el córtex frontal y con distintas estructuras del sistema límbico. Estos dos últimos sistemas tienen una función muy importante en la vida emocional de las personas.
La secreción de dopamina y su presencia en los lóbulos frontales, controla el flujo de información desde otras áreas del cerebro. Las irregularidades sobre su emisión y/o recepción en esta región cerebral, pueden causar interferencias en las funciones neurocognitivas, especialmente la memoria, atención, y resolución de problemas (a veces referidas como funciones ejecutivas).

Cuanto más movimiento, más crecimiento cerebral
Dejando a un lado las emociones y su gestión, y centrándonos en la actividad física y el movimiento, hay que poner especial interés en las neurotrofinas, que son un tipo de proteínas relacionadas con la supervivencia de las neuronas. La musculatura y ciertas partes del cerebro, al ser estimuladas a través del movimiento y/o ejercicio, las vierten al torrente sanguíneo con la misión de estimular la supervivencia, crecimiento o diferenciación de las partes activadas.
El factor de crecimiento nervioso (FCN) es una proteína presente en el sistema nervioso central y en otras zonas del cuerpo, ya que puede atravesar la barrera hematoencefálica.
El FCN está relacionado directamente con la síntesis y control de la norepinefrina. También se han encontrado multitud de neuronas colinérgicas sensitivas sensibles a FCN, presentes en diferentes estructuras, incluido el hipocampo, teniendo un importante papel en la memoria y el aprendizaje.

El factor neurotrófico derivado del cerebro BDNF (del inglés brain-derived neurotrophic factor), son proteínas secretadas en una amplia gama de tejidos y tipos de células, no solo en el cerebro. Su expresión puede ser vista en la retina, el SNC, las neuronas motoras, los riñones y la próstata, habiéndose constatado el aumento de su secreción y actividad a través del ejercicio regular. Son sustancias químicas que ayudan a estimular y controlar la neurogénesis o creación de nuevas neuronas.
El ejercicio provoca cambios estructurales en el cerebro
Está demostrado que la práctica regular de ejercicio (fundamentalmente de tipo aeróbico) favorece la secreción de estas sustancias y provoca pequeños cambios estructurales en el cerebro, mejorando la memoria y procesos mentales asociados, con lo que utilizar el juego y el movimiento, es la fórmula ideal de mejorar las capacidades mentales e incidir sobre la motivación y la predisposición al aprendizaje. En este sentido, aunar aprendizajes con movimiento no sólo es lícito y posible, sino que se muestra como la vía más cargada de naturalidad y biológicamente adecuada a nuestra especie.
«Aunar aprendizajes con movimiento no sólo es lícito y posible, sino que se muestra como la vía más cargada de naturalidad y biológicamente adecuada a nuestra especie»
Por lo tanto, y teniendo en cuenta el positivo factor emocional del juego y el movimiento en los niños, diseñar actividades que necesiten de la participación del mayor número de zonas cerebrales implicadas en la tarea, incluyendo las dedicadas al control motriz, se erige como la metodología que más beneficios aportará al desarrollo de la capacidad cognitiva general y, por ende, a las competencias o habilidades más específicas.
Por tanto, el entorno y actividades propias de la Educación Física es el más favorable escenario de actuación escolar.
https://www.educaciontrespuntocero.com/noticias/neurociencia-movimiento-cerebro/

Aportaciones de la Neuroeducación y la Neurodidáctica
Aportaciones de la Neuroeducación – Según Francisco Mora y José Ramón Gamo

Tener un objetivo y emocionarse, dos caminos hacia la motivación
La motivación del estudiante no es un constructo independiente que sucede porque sí, sino que es dependiente de otros factores. Dos factores importantes son los objetivos y las emociones. La motivación existirá o no existirá dependiendo del objetivo. Si el alumno no tiene un objetivo intrínseco (deseado por él mismo) no va a existir esa motivación o será deficitaria. Pero a veces no es necesaria la motivación para aprender. Cuando introducimos la emoción auténtica en una actividad, construimos una pasarela que “arrastra” al alumno al aprendizaje.

Si no es significativo, no habrá un auténtico aprendizaje
Cuando conectamos una nueva información con otra que el alumno ya sabía de antemano, estamos estableciendo una relación y conexión entre ambas ideas. Esta conexión proporciona al alumno un significado pleno, lo que dota de sentido al aprendizaje y lo consolida. Decimos pues que el aprendizaje es significativo y, por tanto, relevante para el alumno.